En internet hay un mercado abierto con capacidad de llegar a cualquier rincón del mundo para vender, rentar o cambiar lo que sea.
Estamos seguros del alto potencial comercial que hay porque allá afuera, del otro lado del monitor, hay millones de personas que en todo momento buscan, necesitan o pueden interesarse en algo que tal vez no conocían, lo importante es hacerles llegar la oferta en las páginas que frecuentan, hacerles saber que desde este lado les podemos dar algo o cumplir sus deseos.
En un mundo globalizado y con nuevas tecnologías que nos sitúan en una ventaja comercial nunca antes vista tenemos la oportunidad de estar en cualquier parte con nuestros productos o servicios porque la sociedad capitalista está ávida de consumo, aún en los países más lejanos y de culturas milenarias como Rusia o China.
En estos momentos el negocio puede estar en nuestra casa, pero podría alcanzar la dimensión de una gran empresa transnacional con un sencillo anuncio en internet, con un blog o si su página apareciera entre los primeros resultados de un buscador. Las ganancias seguramente se multiplicarán incluso si sólo escribe su liga en foros y chats.
Pero siendo cautelosos, debemos ser conscientes de que el internet, en estos momentos y aún cuando crece año con año el número de usuarios, en México está al alcance de poca gente y la mayoría lo utiliza como medio de entretenimiento porque aún no descubre el potencial del recurso.
La publicidad y el comercio están presentes en todos los medios, incluso en el cine donde la gente paga sólo por ver una película, pero también tiene que ver 20 minutos de anuncios después de pasar por la dulcería donde el gasto es mayor al de las entradas, pero inevitable ante el exceso de publicidad, iluminación, fotos y vitrinas por las que hay que pasar antes de sentarse.
Lo mismo puede hacerse en internet en cuanto el cibernauta escriba las primeras palabras en el teclado, lo primero que aparecerá será el producto o servicio que el anunciate ofrece, aún cuando sus preferencias de búsqueda sean por el entretenimiento.
Un ejemplo es el diccionario de elmundo.com, es sólo un servicio el que ofrece, pero al accesar lo primero que aparece es un anuncio del tamaño de toda la pantalla. Tal vez para quien busca información, diversión o comunicación instantánea resulta casi imperceptible el ver un anuncio más en una vida llena de anuncios, pero el medio cumplió su fin y usted llegó a su destino.
Ofrecer un producto o servicio a través de internet no es sólo buscar en el infinito que alguien sepa que existe, es humanizar el recurso, hacer que el consumidor se sienta satisfecho con su búsqueda, aunque el objetivo de accesar no haya sido encontrarte, lograr que esté feliz y acompañado en un medio de comunicación al que accesan solitarios.
Maestría PART
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