Yo soy la nota
Javier despertó esta mañana a las 8:30 horas acostado en el lado izquierdo de la cama matrimonial, con la cobija hasta la cintura, en pijama azul a cuadros, y lo primero que vio fue la pared de nubes blancas esponjosas en su casa ubicada en Tlalnepantla, estado de México.
Abrió los ojos semi dormido para incorporarse, de lado y apoyado sobre el codo izquierdo como es la costumbre, se levantó, estiró las piernas, bostezó y después de abrir la persiana
para que entrara la luz se dirigió a la cocina para tomar agua y desayunar.
La fiesta de Valdés la noche anterior había dejado consecuencias en su cuerpo a causa de las Coronitas, el tequila 1800, la arrachera al carbón, la chistorra y los volcanes que preparó su compadre, Érick, pero estaba contento de conbeber con sus amigos para celebrar un cumpleaños.
Así empezó el día, recordando los chistes, los brindis, los rostros de felicidad, la buena vibra y ahora era tiempo de sonreír, trabajar y soñar porque apenas empezó el día era una nueva oportunidad para confirmar que los quería a todos, por el apoyo, por la fe, porque deseaban que también fuera papá.
JAVIER GARDUÑO
Maestría PART
lunes, 23 de julio de 2007
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