sábado, 24 de marzo de 2007

Tarea 24 de marzo

Mis siete ejemplos de lo que cambia la realidad son:

1.- La sociedad a la que pertenezco
2.- El nivel económico-social en el que me encuentro
3.- Mi nivel cultural
4.- Mi grado de estudios
5.- La religión que practico
6.- Mis experiencias pasadas
7.- Los prejuicios


¿Qué es lo que estoy comunicando?

Es difícil describirse ante un espejo, parece que no estamos acostumbrados a ser conscientes de nuestros defectos y tratamos de ver sólo aquello que nos gusta o que deseamos, sin ser objetivos.
Estoy de pie, en el baño, frente al lavamanos color cremita. Parece que un espejo no es suficiente para peinarse, ver las consecuencias de la cruda, el barrito que acaba de nacer o delinear con un lápiz los rasgos de los ojos, los labios y las cejas. ¡En este baño hay tres espejos!
Son los espejos de la vitrina, el de en medio es fijo y tiene una base donde dos caracoles de mar, color salmón, se proyectan varias veces en los otros dos espejos, hasta que se pierden en el infinito. Los otros dos son las puertas laterales de la vitrina, uno a cada lado que al abrirse hacia el centro, hacia el lavamanos, reflejan mi imagen.
Es muy subjetivo describirme, pero en términos generales les puedo decir que lo primero que veo son dos ojos azules, grandes, enmarcados con cejas pobladas.
Luego veo una enorme nariz, parece de árabe o judío, caída hacia el frente, y una boca muy grande, pero que refleja una sonrisa que duplica su tamaño y deja ver dos hileras de dientes blancos, también extralarge, que reflejan buena vibra.
Tengo cabello café cenizo, es abundante y el corte parece informal y juvenil.
La forma de mi rostro es un triángulo invertido. Me han dicho que reflejo ser buena persona, alegre y traga años.
En cambio mi mente me dice que reflejo ser una persona que disfruta la vida, a veces preocupada por muchas cosas, a veces me veo galán, otras feo, pero no me angustia.
Mi mente me dice que sí puedo, que tengo que ser mejor persona y debo programarme en cosas positivas. También me dice que tengo capacidad para hacer más cosas, que puedo superarme y debo crecer en mi trabajo.
Mi mente me dice que me veo bien y que voy a alcanzar mis metas laborales, académicas y físicas.
Pero mi mejor descripción de lo que ves o lo que pienso, la puedes hacer tú.
JAVIER GARDUÑO
Maestría PART

Tarea 17 de marzo

Mi zona áurea

Mi estatura es 1.72 ctm entre la fórmula aúrea 1.618 me da como resultado 106.3048.
Al tomarme la medida encuentro mi punto áureo donde empieza mi ombligo.

jueves, 15 de marzo de 2007

Tarea 9 de marzo

¿Renuncio a mi zona de confort?

Primero tengo que descubrir cuál es mi zona de confort. Pienso y de un vistazo, sin mucho esfuerzo, encuentro muchas. Descubro que estamos en varias zonas de confort al mismo tiempo: en nuestro trabajo, en la familia, en la vida, en nosotros mismos, y de ese modo nos volvemos conformistas, unos entes sociales.
Sinceramente, en cada una estoy muy a gusto, pero ahora que me doy cuenta del grave error, tengo que cambiar.
Es precisamente por eso que debo ser consciente de que estar en mi zona de confort me da seguridad, tranquilidad, tal vez armonía porque no hay riesgos, pero tampoco encuentro retos ni avances, prácticamente nada se mueve, entonces, lo primero que hay que hacer es salir de la zonas de confort antes de que el calentamiento global nos mate, que de entrada es resultado de malas decisiones tomadas por quienes hacen todo, aunque sea negativo para la misma humanidad, con tal de seguir en su zona de confort.
¿Por qué? Estoy seguro de que la vida fácil, el trabajo sin complicaciones es mediocre, no se trasciende y desperdiciamos nuestro talento en este momento.
¿Para qué? Para ser mejores personas, tener mejores mentes y dejar una huella positiva durante nuestro paso en la vida.
¿Con qué consecuencias? Ser felices sacando el máximo provecho a nuestra mente, alma y cuerpo.
Un ejercicio que me ha dado resultados es convertirme en piedra. En varias ocasiones evito una discución, un problema, un desgaste mayor y expirar energía negativa con sólo hacer de cuenta que no tengo la razón.
"Está bien, no tengo la razón". y se acabó. ¿Se es menos inteligente, me quitan un ojo o me van a encarcelar si me enfrasco en una discución que me roba energía?
Funciona, los demás creen que están en lo correcto, que ganaron, y yo me quedó más tranquilo y en paz.
Hoy aquí termina esta tarea, enrededada, pero llena de sabiduría con la esperanza de que alguien le encuentre sentido.


JAVIER GARDUÑO
MAESTRÍA-PART

Tarea 23 de feb.

Consciencia de los sentidos

El ejercicio consiste en ser conscientes de las sensaciones que percibimos a través de los sentidos y que normalmente están apagadas porque nuestra mente está en todo, menos en la realidad, en lo trascendente.
Mientras pienso cómo describir el perfume de las mandarinas, el de las naranjas, las guayabas o el de los chocolates, se me hace agua la boca, mi mente se pone en blanco y veo las frutas, acomodadas en el frutero que hay sobre el horno eléctrico, de colores brillantes y sabores agridulce me llevan a mirarlas más de cerca, tan cerca que de aproximarme más pierdo el foco de la imagen.
La textura de los guayabas es suave, tan suave como la piel recién lubricada con crema Nivea. La cáscara de las mandarinas es color naranja, atractivo, de tono cálido, refrescante, llamativo y tal vez amargo, sino está aún madura.
Los chocolates en su frasco transparente de vidrio me retan a sacar alguno. Tomo uno y losostengo entre los dedos índice y pulgar de mi mano izquierda.
Lo llevo a mis labios, respiro profundamente para percibir su aroma fresco, de chocolate amargo, cierro los ojos al mismo tiempo en que abro la boca y así empiezo a disfrutarlo, desde antes de probarlo.
El chocolate se deshace con la saliva, y aún cuando ya lo he tragado y sólo queda algo de su manteca pegado en el paladar, los dientes y bajo la lengua, sigo con los ojos cerrados, saboreando el delicioso sabor de mi chocolate.
Si tuviéramos la consciencia de hacer esto en todas las cosas que a diario percibimos, conocemos, tocamos, vemos o respirammos, tal vez veríamos más allá de lo que se puede ver, más allá de lo que ven nuestro ojos, lo invisible, lo desconocido para quienes ven sólo con los ojos.

JAVIER GARDUÑO
PART-MAESTRÍA

Tarea 17 de feb.

¿Estoy vivo?
Recostado sobre el sillón amarillo de la sala veo de reojo mi muñeca izquierda. El Swatch de carátula blanca y caucho color negro marca las 10:30. Es una noche despejada, a través de la ventana aprisionada por barrotes verticales y horizontales puedo contar más de siete estrellas en el cielo.
Una corriente de aire frío se cuela por debajo de la puerta. El viento trae hasta mi lugar el fresco aroma de las mandarinas y las guayabas que hay sobre el frutero, pero no puedo pensar en comida porque hoy, en un minuto, estaré muerto.
En la tarde repasé mis mejores recuerdos desde que estaba en el kínder América, que por fortuna para un Puma, como yo, ya no se llama así, ¡qué pena!. Luego en la primaria cuando, de nervios, creo, olvidé mi diálogo de una representación en un festival de las madres.
En la secundaria me fue muy bien, las mejores cosas las aprendí y las hice en esa época, como hacer amigos, jugar futbol, disciplina, valores, tocar en la estudiantina, hacer siempre algún deporte y reza.
En la prepa, cuando iba, aprendí más cosas, a reír hasta tirarme en el piso del dolor de abdomen, a echar chelas, a tener novia, a manejar, aunque choqué, y a llorar. -Son los golpes de la vida, mi querido Keiko. Le dije en repetidas ocasiones a mi regordete, pero fiel escudero Rubén, cada vez que nos emborrachábamos en una casa de campo a orillas de la carretera México-Cuernavaca, en la montaña.
Ring, ring, ring.... ¿Ma?, ¿qué te duele?... ¿dónde estás?... Escribí en un papel "Prensa Nacional esquina con Últimas Noticias, en Tlalne". Ok. Voy a pedir una ambulancia y que alguien esté al pendiente afuera para que la guíe cuando llegue.
Sin colgar la bocina del teléfono marque un número de emergencia. Después de 20 minutos le marqué a mi mamá. -¿Qué pasó?, ¿ya llegó?... ok entonces que te van a llevar a la Cruz Roja.... bueno, nos vemos allá.
Mi chamarra verde estaba colgada en el respaldo de una silla, el reloj del comedor marca las 11:10 y el aroma de las mandarinas y las guayabas vuelve a llegar a mi nariz. Aún no he cenado y ya tengo hambre, tomo las llaves del coche, acelero y salgo rumbo al hospital donde María de la Paz tiembla de frío, eso dijo, yo creo que es de miedo.
-Señorita, ¿en esta cama se ha muerto alguien?. No, aquí no, se mueren allá abajo. Le contestó la enfermera mientras calibraba el goteo del suero conectado a través de una manguerita a una vena de la mano derecha de mi mamá.
Tengo que repasar más seguido las cosas divertidas que viví, reír más como en la prepa, disfrutar más todo y ser feliz, porque pudiera estar yo en el lugar de mi madre y ni tiempo me va a dar de empezar a repasar todo, otra vez, desde el kínder América.
-Usted tiene unos miomas en los ovarios y en la matriz. ¿De qué tamaño son? Como de cuatro centímetros, por eso su inflamación, por eso le duele, es un conducto del ovario derecho que está muy inflamado, está del grueso de un dedo y si no se deshacen con el medicamento habrá que operarla. La voy a mandar con el ginecólogo...
Ya pasan de las 12 y no me di cuenta que sigo vivo. No me morí, ahora sé que soy conciente de que no era conciente.

JAVIER GARDUÑO
MAESTRÍA-PART

Tarea 10 de feb.

El objeto a ser negado

¿Cuáles son tus demandas de la realidad?. Leí la pregunta en mi libreta de tareas y me quedé congelado. Sentado frente a la mesa del comedor de madera, bajo la luz de una lámpara de tres pequeños focos que cuelga del techo, no sabía ni por donde empezar, es más, ni siquiera entendía la pregunta.

Las instrucciones eran claras: Observar qué pasa con el objeto a ser negado. ¡Ahí está!, no hay confusión, está claro, era eso, mmm, de haber sabido que era tan sencillo. Pero la realidad es que mi cabeza daba vueltas como estuviera en la Monaña Rusa.

Eduardo fue muy claro, no sé por qué ahora no recuerdo lo que vimos en la clase. ¿Tienen dudas?, preguntó y nadie dijo que sí. Perfecto, todos entendimos, estaba muy sencillo. Yo no voy a quedar mal.

Mi primer demanda de la realidad es ser conciente de que la realidad no existe, hay una parte de esa realidad que estoy viendo, pero no lo es todo, como sucedió en la universidad cuando el profesor nos dijo que un bote no es un bote, sólo es un objeto designado, o sea que así lo llaman, pero puede tener distintas funciones, formas, nombres o hasta proporciones, según el uso, ángulo, lado o conocimiento de quien lo ve, según sus causas, condiciones o circunstancias.

Mi mente brilló como el reflejo de la luz sobre el cristal de la mesa.

Lo más importante es que de hoy en adelante, mi primer demanda de la realidad será ubicarme en el salón y preguntar para quitarme las telarañas. Debo reconocer que cuando apenas estaba carburando la primer parte de la pregunta, como si estuviera en cámara lenta, ya me había caído una granizada de información que, siendo yo un ignorante en muchas materías, provocó que se trabaran mis engranes.

Afortunadamente tiene arreglo.

JAVIER GARDUÑO
MAESTRÍA-PART

El organillero

El organillero
El bebé fue a Bellas Artes

Amor bajo tierra

Amor bajo tierra
El calor en el Metro puede alcanzar muy temperaturas

Amor a primera vista

Amor a primera vista
Este bebito se mueve mucho

Cuántas quieren casarse

Cuántas quieren casarse
El ramo no incluye al novio

La piñata

La piñata
¡Cuántos dulces!.. lástima que casi no me gustan

Descansando

Descansando
Mira, cómo se mueve

Los encargos de Eduardo